Boda en La Finca El Tomillar de Mercedes y Ángel
En la Sierra de Madrid donde se enclava la Finca El Tomillar, los días de primavera dan un candor especial a las ceremonias. Abril fue el mes escogido por Mercedes y Ángel para darse el sí quiero y disfrutaron de una mañana soleada con la sierra de Guadarrama como escenario. Y aunque los nervios afloraban Ángel tuvo templanza para vestir su traje de corte clásico y elegante en color azul de Jajoan, en el que no faltaba el tradicional chaleco, que combinaba con una original y divertida corbata en tono granate.
Ángel se preparaba en el hotel Attica 21 de Las Rozas, que fue su base de operaciones antes de tomar camino hacia la Finca El Tomillar donde se llevaría a cabo la ceremonia. Por su parte, Mercedes arropada por su familia se ponía su hermoso vestido de novia, firmado por Clara Brea, y que destacaba por su ligereza en la caída del tejido, y por una preciosas mangas larga abullonadas, además de un escote que dejaba su espalda al aire. Un look perfecto que complementaría con un adorno para su larga melena ondulada y con el maquillaje de Cristina Salas. A Mercedes no le faltaron los mimos de sus hermanas Verónica, y de las mellizas Rocío e Irene, ni de sus padres que veían emocionados como Mercedes se preparaba para uno de los días más importantes de su vida.
Ceremonia en la Finca el Tomillar
Cuando Mercedes llegó a la Finca El Tomillar le esperaban todos sus seres queridos, su familia y amigos, en un escenario perfecto con la sierra madrileña de fondo y adornos florales elaborados por la floristería Mar de Flores. La ceremonia estuvo repleta de sentimientos, de emociones, y de momentos inolvidables como el momento en la que la sobrina de los novios, Marta, leyó unas palabras durante la boda, o el instante en el que los novios intercambiaron las alianzas para convertirse por fin en marido y mujer.
Y tras la ceremonia civil comenzó el festejo, el banquete, … Mercedes quiso entregar su ramo de novia a su hermana Verónica y una réplica del mismo a sus hermanas mellizas. Las madres de los novios también tuvieron la fortuna de recibir un bonito ramo de flores, y para los amigos opositores, los novios también tuvieron un detalle. La pareja tampoco se olvidó de la abuela de Ángel, que ocupó un lugar especial durante la ceremonia y que a sus 93 años, disfrutó como una niña de la boda.
La música y el baile llenaron la finca para festejar el enlace de Mercedes y Ángel, y ni los tacones, el cansancio o el dolor de pies pudo detener las ganas de disfrutar, de bailar y de seguir cantando a voz en grito para celebrar el matrimonio de esta joven pareja.
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